A fines del 2012 ruralías lanzó su convocatoria abierta de una residencia de artistas visuales para la creación de obras efímeras en el paisaje rural, la cual se realizó entre el 01 y el 10 de noviembre en Los Muermos, región de los Lagos. Los evaluadores de las postulaciones fueron el Artista visual y Académico Sebastián Preece, el Historiador, Carpintero, Académico y Escritor Gustavo Boldrini y los miembros del Equipo Ruralías: Tamara Rammsy, Cristina Benavides, Bárbara Charan y Alejandro Gómez, quienes escogieron a los artistas participantes: Julio Cesar Briones, Sebastián Baudrand, Antonia López, Constanza Cabrera, Paola Santander, Esteban Gárnica y Merybeth Peña.
 
 
El lugar lo conformaba la casa donde habitábamos, tres galpones y un terreno de 40 hectáreas de campo. Durante los diez días experimentamos procesos creativos desde el habitar y el comer lo preparado por la señora María, el despertar con el rocío y anochecer en el ahumadero, los trabajos colaborativos entre quienes permanecíamos largos momentos recorriendo y encontrando un lugar donde instalar una obra de site-specific con elementos propios de lo rural. Tuve la suerte de encontrarme con una hilera ordenada de cerezos, lo cuales uní con alambre de púa oxidado, material muy utilizado para cercar terrenos destinados a diferentes actividades agrarias, acción que puede ser tan violenta como su imagen oxidada, el alambre lo trabajaba en el galpón de forraje debido a las intensas lluvias, por lo que permanentemente transitaba de aquel hacia la hilera de cerezos mientras preparaba la obra, entonces descubrí el largo de pastizal que cubría la pampa y decidí adornarla con una tradicional trenza maría, en los días que montaba los alambre en los cerezos no podía dejar de observar las hojas de las copas y como el sol las transparenta, así que decidí realizar un mandala con hojas cosidas en las noches, la que fue instalada entre vidrios en la ventana del galpón de forraje que mira hacia la hilera de cerezos.